
CECILIA
VERGÉ
Lleida
junio 2020
Uno de los primeros sentidos que usamos para decidir si entramos en una tienda o no es la vista. Debemos ver un escaparate atractivo y bien iluminado, una tienda amplia y ordenada. La primera impresión es la manera de comunicación con los clientes, ya que podemos conseguir la experiencia deseada.
El primero con el que me encuentro es un local de 140 m² vacío donde anteriormente se utilizaba como garaje
Me encuentro con un gran reto para mí pero con unas necesidades claras por parte de la propietaria.
Y es aquí donde empezamos a arrancar, ella con la pasión por la moda y yo por los interiores!
Desde un inicio ya teníamos clara la distribución del espacio, un despacho y un baño al fondo de todo y la zona diáfana dividida en dos partes, la zona de tienda con toda la fachada de vidrio y al otro lado el taller donde se diseñan y confeccionan todos los vestidos.
Imagínese la ilusión que suponía para mí hacer este proyecto, ayudando con las decisiones más importantes y visuales de un comercio.
Estaba segurísima que quería incorporar mobiliario y diferentes elementos que aportaran un toque bohemio, piezas que tengan un encanto especial como la tabla de madera natural de roble o las lámparas colgadas del techo de caña natural.
Jugando vez con diferentes textiles tales como alfombras y cortinas, y el protagonismo de las plantas que aportan vida al espacio.
El resultado? Habla por sí mismo. Un estilo boho-chic, hecho con gusto y delicadeza de la que solamente los pequeños emprendedores se atreven a soñar en grande y que solo ellos mismos son capaces de imaginar.



















